Reconoces la morfología humana
Tejido epitelial
El tejido epitelial forma capas de recubrimiento, ya sea hacia el exterior del cuerpo,
como la epidermis, o hacia el interior del mismo, como el epitelio que tapiza la parte
interna de los órganos huecos del cuerpo, como el intestino y la vejiga urinaria.
Las células que forman el epitelio están muy cerca unas de otras, por lo que protegen
las estructuras situadas debajo de éstas, impidiendo que ciertas sustancias penetren.
Las células epiteliales también impiden la salida de las sustancias que son útiles
para la célula.
Figura 2.11 Micrografía de tejido epitelial. Como puedes observar
en la imagen, las células se encuentran muy cerca unas de otras.
Si la epidermis permitiera el paso del agua, ¿te imaginas cómo
saldrías de la regadera cada vez que te bañas?
Durante el desarrollo embrionario, las células epiteliales dan origen a los epitelios
excretores o glándulas, que pueden ser de dos tipos: exocrinas o endocrinas.
Una glándula es exocrina cuando permanece unida al epitelio original creando un
conducto que sirve de medio de transporte para el producto que secretan o fabrican.
Algunos ejemplos de glándulas exocrinas son: las sudoríparas, sebáceas, mamarias
y las del páncreas que producen las enzimas digestivas.
Una glándula que se separa del epitelio que la origina es endocrina. Al no tener un
conducto de salida, deposita su producto (que por lo general es una hormona) en el
espacio intersticial y de ahí pasa a la sangre, que la transporta a todo el organismo.
Cuando una glándula endocrina llega a la célula de un órgano receptor se acopla y
desencadena una acción determinada. En este caso, la célula recibe el nombre de
célula blanco o diana.
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