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Reconoces a la célula como unidad de la vida
Estructura y función de la célula procariota
Los organismos procariontes son los más antiguos que se conocen, existen en la
Tierra desde hace más de 3500 millones de años.
El microscopista holandés, Antón van
Leeuwenhoek observó bacterias y otros
microorganismos
en
1674,
cuando
estudiaba una gota de agua de un lago al
microscopio. A mediados del siglo XIX se
identifcó que algunas bacterias causaban
enfermedades
como
infecciones
respiratorias,
gastrointestinales,
la
tuberculosis, el tétanos, etc. Sin embargo,
una pequeña minoría de bacterias son
nocivas, el resto desarrolla actividades
muy importantes en los ecosistemas que
tienen relación con la descomposición y desintegración de moléculas orgánicas en
sus componentes básicos, también participan en relaciones simbióticas con otros
organismos, tal es el caso de la Fora intestinal del ser humano, en la que las bacterias
facilitan la degradación de los alimentos a sus biomoléculas más simples para su
posterior utilización.
Las procariotas son células bien diferenciadas que poseen dos formas comunes,
esféricos, conocidos como cocos, y forma de bastón denominados bacilos.
Los cocos pueden agruparse en pares y se les llama diplococos; en cadenas largas
y se les llama estreptococos, y en racimos que asemejan los de uvas y se les llama
estaflococos.
Los bacilos pueden existir de manera independiente o como una larga cadena de
bastones, existen algunos bacilos que forman espirales, denominados espiroquetas
y los que no logran el espiral pero se curvan en forma de coma y que se denominan
vibros.
Generalmente las células procariotas son más pequeñas que las células eucariotas.
En efecto el diámetro de la célula procariota es de un décimo del de la célula eucariota.
La célula procariota se caracteriza porque en su interior no existen membranas que
delimiten espacios intracelulares, no contiene una membrana nuclear.
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Estructura de una bacteria