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Dédalo
e
Ícaro
TExtO: Josephine ±ve²²s-Secker, adap²ación / ILu³tRAC´ÓN: µeón Braojos
±n ²iempos remo²os, vivía en la an²igUa Grecia Un hombre
mUy sabio llamado Dédalo qUe era Un famoso escUl²or, carpin-
²ero e ingeniero. Todos los qUe veían sUs inven²os se qUedaban
asombrados y sU fama no ²ardó en eX²enderse por el mar
Medi²erráneo, desde ¶²enas, sU ciUdad na²al, has²a la isla de
·re²a. ±n aqUellos ²iempos, ·re²a era Un reino eX²remadamen²e
rico y poderoso, con mUchas islas más peqUeñas del Medi²errá-
neo bajo sU con²rol. ±s²aba gobernada por el rey Minos y la
reina Pasifae, Unos monarcas mUy poderosos qUe residían en
Un palacio en la ciUdad de Knosos. ·Uando Minos oyó hablar
de Dédalo, le envió Una invi²ación para qUe acUdiera a ²ra-
bajar en ·re²a. Minos qUería qUe cons²rUyese Un inmenso
laberin²o para encerrar a Un eX²raño mons²rUo, con cabeza de
²oro y cUerpo de hombre, qUe la reina había concebido. µos
monarcas se avergonzaban de aqUella cria²Ura, el Mino²aUro.
µe ²enían miedo y qUerían ocUl²arla.
Dédalo llegó con sU hijo, Ícaro, y se pUso manos a la obra
para proyec²ar Una in²rincada es²rUc²Ura de senderos qUe vol-
vían sobre sUs pasos y cambiaban inesperadamen²e de dirección.
±n el cen²ro del laberin²o dejó espacio sUficien²e para qUe el
Mino²aUro corriera libremen²e.