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Otras personas cuentan que el señor Guadalupe Hernández llegó de Veracruz, y al conocer el gusto
de los campechanos por la lotería, tomó algunas imágenes de la lotería mexicana y las completó
con otras de nuestra entidad, creando así una nueva lotería de 90 figuras.
Desde entonces se acostumbra jugar a la lotería, pues es una actividad de convivencia familiar y
social que se niega a desaparecer.
Por otro lado, nosotros los campechanos, por herencia, gustamos
de la música y del baile de forma natural. Tenemos danzas
tradicionales que recogen la esencia del ser campechano.
Nuestros antepasados hacían unos bailes que llamaban
baldzames. Usaban el
tunkul
, instrumento formado con un
tronco ahuecado que tocaban con una baqueta larga; trompetas
delgadas formadas de palos huecos; sonajas que eran frutas
secas con semillas en el interior; flautas de carrizo y de barro,
y caracoles grandes que usaban como instrumentos de viento.
Entre los bailes que aún se ven y se gozan están el Son del Pavo,
la Cabeza de Cochino y otros. Se bailan el 3 de mayo en la fiesta
de la Santa Cruz, en el poblado de Lerma.
Durante las vaquerías campechanas todavía se presentan bailes
que trajeron los españoles, como el Jarabe Gatuno, el Toro
Grande, y el Torito, entre otros.
Con apoyo y guía de su maestro, cada equipo elija lo que va a
investigar: música y bailes tradicionales de la entidad o acerca de
la lotería casera campechana.
Vayan tomando nota en sus cuadernos.
Pueden investigar sobre los bailes del Pichito Amoroso, y la
Guaranducha, y también preguntar acerca de la lotería: cómo se
juega, cómo se forman los cartones y todo lo que, por iniciativa
de ustedes y de su maestro, consideren importante.
Presenten su investigación a todo el grupo, integrando en un
mural o a lo largo de las paredes del aula sus escritos, dibujos,
notas y demás material que contenga información sobre el tema.