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BIV
Responde las siguientes preguntas.
¿Cómo recibía la gente a los viajeros a principios del siglo
XX
y cómo lo hace ahora en el
lugar donde vives?
¿Qué comida se ofrece a los visitantes en el lugar donde vives?
¡Viva el atole!
“¡Ave María en esta casa!” Era el saludo del viajero cuando llegaba a un rancho, y
adentro de la casa contestaban “Sin pecado concebida”. Con el saludo luego la gente
hacía amistad.
El recién llegado entraba a la casa, se le daba el mejor asiento, se le ofrecía tabaco y
hojas de maíz para hacer un cigarro, luego platicaban de los caminos, el destino del
viajero; las mujeres por lo general platicaban poco, porque estaban moliendo el nixtamal
o cociendo el atole. Cerca del fogón o chimenea, comían tortillas de maíz; cecina, que
eran trozos de carne, ya sea seca o fresca; frijoles y buenos jarros de atole.
Ya entonces el recién llegado era amigo y la gente ofrecía su casa de todo corazón, por
pobres que fueran; daban lo que tenían y no importaba su pobreza, no se avergonzaban
de beber atole, se aceptaba aquello porque así se acostumbraba a tratar al viajero y
éste hacía lo mismo si alguien iba a su casa.
Vamos a leer un fragmento del libro
Eslabonazos, relatos
y escenas de la vida campirana,
de Rómulo Escobar, para
conocer cómo era la gente del campo a principios del siglo
XX
. Comenten en el grupo y contesten las preguntas.
Investiga con la gente adulta de tu comunidad qué otras costumbres y
tradiciones tenían las personas durante el Porfriato. Coméntalas en el salón
y anótalas.