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Mientras en pueblos cercanos los
insurgentes ganaban batallas, en
Santiago de Querétaro y San Juan del
Río, el ejército español triunfó y las
actividades se desarrollaron casi con
normalidad. Aunque la organización
del movimiento se llevó a cabo en
Santiago de Querétaro, ahí no hubo
combates.
Los españoles dueños de haciendas
y comercios apoyaron al ejército
realista con dinero y ellos mismos
sirvieron como soldados. A la causa
insurgente se sumaron mestizos,
indígenas y algunos criollos. El
gobierno virreinal los encarcelaba,
por lo que las cárceles se llenaron, así
que algunos edificios suspendieron
sus actividades habituales y sirvieron
como prisiones. Los conventos fueron
ocupados por mestizos y criollos
presos. Los obrajes también sirvieron
como prisiones.
En Tequisquiapan, Cadereyta,
Tolimán y Amealco, la población que
apoyó a los insurgentes fue sometida
por el ejército realista, así que sólo
las comunidades situadas en la
Sierra Gorda siguieron apoyando el
movimiento de los insurgentes.
Para saber más
En el libro de José Manuel Villalpando,
Miguel
Hidalgo
, México,
SEP
-Santillana, 2005 (Libros
del Rincón), puedes conocer más información
acerca de “El padre de la patria”.
Monumento a Ignacio Pérez en la calle de Corregidora,
Santiago de Querétaro.
Menciona una situación que te haya interesado sobre
la participación de la población de Querétaro en el
movimiento de Independencia.
Guía
del
viajero