Practica esta lección: Ir al examen
136
Analizas la transición que va de la cosmología medieval
a los problemas de la modernidad
B
loque
III
Lo que nos propone es que pensemos si lo que hacemos responde a una bondad
universal (que pudiera pensarse para cualquier hombre en cualquier parte del pla-
neta, desde toda perspectiva y en cualquier momento histórico), si es así, entonces
hay que hacerlo (porque si es bueno, es correcto), si no, hay que rechazar la acción.
Para estar seguros de lo anterior nos proporciona su famoso imperativo categórico
como método para hacer un examen de las intenciones de nuestro accionar. Exami-
nar el motivo es lo fundamental en la ética kantiana.
El imperativo categórico se puede enunciar de las siguientes maneras:
1. Obra de tal manera que la máxima de tu acción pueda convertirse en ley uni-
versal.
2. Obra de tal manera que trates a la humanidad tanto en tu persona como en
la de los demás no solamente como medio sino siempre como fn.
3. Obra de modo tal que puedas considerarte legislador del reino de los fnes.
Kant está pensando que, si puedes pasar el test del imperativo categórico,
entonces puedes estar seguro de que actúas como nos gustaría que cual-
quier hombre o mujer actuara siempre y en todos los casos, sin inclinaciones
egoístas o intereses particulares (sin pensar en la propia conveniencia, pues,
sino en la conveniencia de toda la humanidad, en una ley universal). De modo
que para saber cómo actuar, sólo hay que aplicar este test o examen y formu-
larnos preguntas como ¿si hago X podría desear que siempre los hombres
actuaran del mismo modo? Por ejemplo, si pienso decir una mentira a mi
madre, podría preguntarme si es deseable que las personas mientan a sus
madres. Como esto no es así, es una acción que debe rechazarse. Si no lo
hago, entonces hago lo correcto o, en términos kantianos, “cumplo con mi de-
ber”, porque lo que todos aceptaríamos universalmente es que nadie mintiera
a sus madres.
Sin embargo, no basta con cumplir con el deber y ya, para Kant el modo de estar
seguro de actuar por buena voluntad es cumplir con el deber por el deber, es de-
cir, hacerlo incondicionalmente, por las razones o motivaciones correctas. Si yo no
miento a mi madre por miedo a su castigo, no estoy haciéndolo desinteresada e
incondicionalmente
(lo que yo quiero no es decirle la verdad a mi madre sino evitar
el regaño), lo mismo que si yo no robo por miedo a ir a la cárcel y no por respetar
la propiedad ajena o si yo ayudo a una persona necesitada para recibir el reconoci-
miento de los demás y que me vean como una “buena persona” en mi comunidad,
y no simplemente por dar la ayuda.