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I
Identifcas la Filoso ía como disciplina global
Aprende más
Mitos, ritos y religión
Todos actuamos de acuerdo con nuestras creencias. Las creencias de los persona-
jes que aparecen en las dos escenas que acabamos de leer se llaman mitos. Los
mitos fueron las primeras creencias del ser humano, su primer instrumento para
interpretar el mundo. Los mitos describían cómo funciona el mundo e indicaban al
hombre lo que tenía que hacer si quería ocasionar alguna cosa o evitar otra.
¿Cómo podemos defnir el mito? Ante todo, los mitos son relatos,
que como todos
los relatos referen acciones de personajes. En el caso de los mitos, esos personajes
son dioses y héroes, y por ello la gente los consideraba totalmente verdaderos y
sagrados. En
cuanto a los actos y hechos reportados, en los mitos se cuenta cómo
es que los dioses ordenaron el mundo antes,
y cómo aún lo hacen funcionar hoy.
Por ejemplo, los griegos creían que el sol era
un dios transportado por un carro
jalado por caballos voladores que emprendían su galope cada mañana.
También
pensaban que el fuego, del que - al igual que nosotros - dependían para sobrevivir,
les había sido regalado por Prometeo, quien lo había robado
a los dioses, sus
inventores originales.
Ahora, al ser sagrado, cada mito cuenta una historia, pero también dicta a los hombres
los actos que deben realizar para agradar a los dioses y garantizar la continuidad
del orden del Universo. Estos actos son los rituales o ritos, y son inseparables de
los mitos.
No hay
mito sin rito, ni rito sin mito. Podemos decir que son dos aspectos
de una misma realidad: los mitos son las creencias, los ritos los actos a que esas
creencias obligan. En las escenas que leímos al inicio del bloque podemos ver
cómo se relacionan ambos.
Las mujeres de Atenas participaban con seriedad en ceremonias como la que leímos
(que por cierto se llamaban tesmoforias), porque creían sin ningún asomo de duda
que de ello dependía su vida, la de sus hijos y la de todos los seres humanos. Por
idénticos motivos, los niños aztecas ofrecían sus pequeñas ofrendas
en rituales en
que “alimentaban” al fuego, e indirectamente, al mismísimo sol.
Ahora,
los dioses no estaban sólo involucrados en las grandes preocupaciones y
decisiones. Para quienes vivieron en las sociedades antiguas, prácticamente
todas
las actividades cotidianas estaban relacionadas con ellos. Las profesiones, como
la herrería, por ejemplo, habían sido inventadas por seres divinos y enseñadas
directamente a los
hombres en el origen de los tiempos. Lo mismo había ocurrido
con los instrumentos musicales, la agricultura, el arado, el maíz y
el vino.
De paso, hay que notar que
en las mitologías antiguas abundaron las diosas. Por
ejemplo, Atenea, quien se pensaba había inventado la Fauta, y aunque de carácter
pacífco, era considerada una guerrera
hábil y eroz.