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El
jinete
sin
cabeza
T±x²o: Rubén Fischer / ILUS²³AC´óN: FabriciO Vanden BrOeck
µn señOr ya viejO que se llamaba ¶armelO tenía una
parcela en el valle de MeXicali, dOnde sembraba, según
la tempOrada, algOdÓn O trigO; la cuidaba muchO y te-
nía la cOstumbre de regarla en la madrugada, pOrque
a esa hOra las matas aprOvechaban más el agua. µn
día, cOmO a esO de las cuatrO de la mañana, escuchÓ
muy cerca el trOte de un caballO; se le hizO eXtrañO que
alguien anduviera pOr ahí, perO cOn tOdO y esO, dijO
cOn amabilidad:
—¡BuenOs días!
¶OmO nO le cOntestarOn vOlteÓ y cuál fue su sOr-
presa pues nO había nadie, aunque el ¶anelO, su perrO,
nO paraba de ladrar. ·unca creyÓ en cOsas de espantOs
y, sin embargO, esa vez le ganÓ el miedO. TratÓ de
calmarse y se fue para su casa. TOdO el día se la pasÓ
inquietO; a la hOra de la cOmida le platicÓ a su mujer
lO que había OcurridO, perO ella nO le creyÓ.
PasarOn lOs días y nada eXtrañO se escuchÓ en la
parcela, perO un lunes muy tempranO el señOr saliÓ
acOmpañadO del ¶anelO y cuandO subiÓ a su trOca se
diO cuenta de que había OlvidadO su lOnche. ¸l regresar
a su casa, un caballO desbOcadO que cOrría sin frenO
hizO que se detuviera en secO, pues el animal andaba sin
tOcar el pisO y se dirigía justO hacia él, casi lO tenía
encima, ¡cuandO desapareciÓ!