ESPAÑOL
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I
CUENTO CLÁSICO
La bella durmiente del bosque
Una
hermosa princesita
nació en
un lejano país. Todas las hadas del
reino le dieron la bienvenida. Cada
hada obsequió un don a la princesa.
Ésta sería
bondadosa, feliz, guapa,
tierna, obediente, amable, inocen-
te, delicada
.
Toda la alegría se desvaneció al apare-
cer la bruja rencorosa, que dijo: “
El
don con que yo obsequio a la niña
es que cuando cumpla quince años,
se pinchará y dormirá por siempre
.”
Entonces, el hada que aún no había
obsequiado su don, agitó varias ve-
ces su varita y dijo: “No pude desha-
cer el hechizo de la bruja, pero con-
seguí que sólo duerma cien años.
Mientras tanto deberán alejar cual-
quier objeto con el que se pueda
pinchar.”
El tiempo pasó. Y, un día, cuando se
hacían los preparativos para celebrar
el quince aniversario de la princesi-
ta, apareció la bruja e hizo que se
pinchara.
En vista de lo sucedido, el hada deci-
dió que todos permanecerían dormi-
dos al igual que la princesita, y que
despertarían todos a la vez.
Pasaron cien años. Un joven príncipe
pasó cerca del castillo. Se dio cuenta
de que todo estaba muy descuidado
y que nadie respondía a sus llama-
dos. Intrigado por tanto misterio de-
cidió entrar, se dirigió al dormitorio
de la princesa, como si alguien lo
guiase inconscientemente. Cuando
descubrió a la bella princesa, la besó
y ésta se despertó de su letargo. Des-
de entonces, reinaron juntos
sobre
extensos feudos y numerosos sier-
vos. Fueron todos muy felices y
comieron perdices
.
La parodia
cambia la versión
original cuando:
a) altera los
estereotipos.
b) trata un asunto
serio con
humor y lo
ridiculiza.
c) cambia el
contexto de la
historia al
ubicarla en
otra época.
PARODIA
¿Era bella y durmiente?
Una
bebé morada y sin pelo nació en un lejano
hospital
. Todas las hadas del reino le dieron la
bienvenida. Cada hada obsequió un don a la
bebé. Ésta sería
inteligente, independiente,
arriesgada, valiente, rebelde, curiosa, fuerte
.
Toda la alegría se desvaneció al aparecer la
bruja doctorada en ciencias ocultas. Su sen-
tencia fue: “
El don con que yo obsequio a la
niña es que, cuando cumpla quince años, se
volverá una chica ‘fresa’ y querrá ser como
Thalía por siempre
.”
Otra hada, que aún no había obsequiado su
don, hizo un diagnóstico de largo y mediano
plazo, y dijo: “No pude deshacer el hechizo de
la bruja, pero conseguí que duerma cien años.
Mientras tanto, la sociedad cambiará, las mu-
jeres lucharán por su igualdad, y los avances
tecnológicos harán más cómoda la vida.”
El tiempo pasó. Y, un día, cuando se hacían los
preparativos para celebrar los quince años de la
princesita, apareció la bruja y mostró revistas de
modas a la chica. La inquietud de la púber por
nuevas prendas para vestir hizo que se pinchara
y cayera dormida.
El rey pidió ayuda al hada. Para no perder su
poder, debía dormir a todos los habitantes del
castillo. De esa manera, estarían dormidos
junto a la chica “fresa” y nadie le reclamaría
por la falta de un heredero.
Pasaron cien años, desapareció la monarquía
y
el mundo se globalizó
. Un buen día, un ex-
príncipe, medio viejo y gordo, pasó
en su auto
cerca de las ruinas de un castillo. El hombre
descubrió el lugar lleno de antigüedades muy
valiosas. Con el interés de robar las reliquias,
decidió entrar con ayuda de su
linterna de pi-
las
. Cuando descubrió a la bella princesa, la
pellizcó y ésta se despertó de su letargo. Le
propuso formar un gran negocio. Desde en-
tonces, ambos
especulan en la bolsa de valo-
res con la subasta de antigüedades
.
Texto modelo: Parodia de un cuento clásico