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ESPAÑOL
I
LOS TRES:
(
Mirándose entre sí con tristeza
) ¡Ya nos fregó!
JUAN:
(
Pensativo
) ¿Saben cuánto me hace falta? Como dos
mil pesos.
DON CENÓN:
Hombre, eso es mucho dinero.
JUAN:
Por eso pienso que me voy a tener que quedar a vivir
aquí.
Los tres van a un rincón y hablan entre sí lo siguiente:
DON NABOR:
Más vale precaver que tener que remediar.
DON CENÓN:
¡Pero dos mil pesos es mucho dinero!
DOñA BRúJULA:
Usted diga que se vaya, don Nabor, usted es el juez.
DON NABOR:
Ya no soy juez. Renuncié.
DON CENÓN:
Pero tiene la obligación de…
DON NABOR:
Acuérdese… (
Hace la seña de degüello
)
DOñA BRúJULA:
¡Ay, Dios!
DON CENÓN:
(
Al valiente Nicolás
) ¿No le alcanzará con menos, seÑor?
JUAN:
NingÚn menos, dos mil pesos. (
Levanta el sable
)
DON CENÓN:
Pero no se enoje. (
A sus compañeros
) Pues ni modo,
vamos juntando.
Juntan el dinero entre los tres, con trabajos. Luego van
hasta el valiente.
DON CENÓN:
A nombre de mis compaÑeros, permítame hacerle el
regalo de los dos mil pesos que necesita para regresar
a su tierra, para que viva muy contento con su mujer.
Tenga. (
Le da el dinero
)
JUAN:
Está bueno, gracias. (
Guarda el dinero
) Adiós.
LOS TRES:
Adiós.
JUAN:
(
Mientras, sale, blandiendo el sable
) ¡Ay, jaray,…
etc.
LOS TRES:
¡Estamos salvados!
Se toman de la mano y bailan regocijadamente. Salen.
Entran bailando, también regocijadamente, don
Rosalío, Zenaida y Juan, que se quita la máscara del
valiente Nicolás. Baile hasta el final.