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El suelo de la parcela donde realizarán la plantación de este frutal debe tener las siguientes
características:
Textura franco-arenosa o franco-limosa.
Profundos (que la roca se encuentre a más de 80 cm de profundidad) y tengan buen
drenaje.
pH neutro o ligeramente ácidos (5.5 a 7).
Preparación del suelo.
Si el terreno es plano, se hace el marcado de la plantación, el cual puede
ser a marco real, rectangular o en cinco de oros. Los hoyos donde se colocará el árbol deben ser
de 60 cm de diámetro y de 50 a 60 cm de profundidad.
Si el suelo tiene una pendiente de 3%, es conveniente plantar siguiendo curvas de nivel,
previamente trazadas y así evitar la erosión del suelo.
Propagación.
Pueden propagarlo por semilla o injerto; aunque no es muy recomendable por semilla
debido a la gran variación que ocurre en producción y calidad de fruto, para el autoconsumo
pueden emplear este método, el cual se realiza de la siguiente forma.
1. Las semillas deben provenir de frutas sanas, cosechadas directamente del árbol. Su viabilidad
dura hasta tres semanas. Para ayudar a salir al brote, corten la semilla a una cuarta parte del
largo total, desde su punto más angosto hacia su base.
2. Siémbrenlas en el semillero previamente preparado, colocando su base en el suelo, de modo
que la parte cortada quede hacia arriba. Las semillas brotan más o menos a los treinta días
después de sembrarlas.
3. Pueden trasplantar la plantitas al vivero, a los 30 días después de la germinación.
La propagación por injerto es el método más apropiado; se sugiere hacerlo en el vivero, cuando el
tallo del portainjerto tiene 1 cm de diámetro (seis meses después de la siembra) y a 10 cm de la
base. Las púas a injertar deben provenir de la variedad escogida, con buen vigor y de diferentes
grosores para tener material adaptable a diferentes diámetros de los patrones. El método más
difundido para injertar es el de unión lateral y de púa, que se realiza a los 20 cm de altura del
portainjerto. También pueden emplear el de escudete y el de hendidura, pero con menor éxito.
Una vez que el injerto ha pegado, después de los 22 y 30 días, se va eliminando paulatinamente la
parte superior del portainjerto, haciendo el corte
oblicuo
y
cubriéndolo con una pasta a base de
cobre, hasta llegar al injerto. Cuando el injerto tiene entre 20 y 25 cm de alto se puede trasplantar
al campo definitivo, siempre y cuando el corte haya sido cubierto por el callo del injerto.
Marcos de plantación
Los árboles están listos para el trasplante entre los cuatro y seis meses después del injerto. En
general, el espaciamiento de 10 m entre plantas y 10 m entre hileras, es el más empleado, pero
también pueden usar los marcos de plantación de 8
×
8, 9
×
9 o 10
×
10 m.
Poda
El aguacate es un frutal de hueso, por tanto, los órganos fructíferos que deben preservar durante la
poda son ramos mixtos, chifón y ramilletes de mayo, siendo el primero el de mayor importancia.
Los primeros tres años de desarrollo, los árboles requieren poca atención en cuando a poda, pero
luego se debe procurar mantenerlo bien formado, de manera que la cosecha se facilite. En la poda
de fructificación deben podar ramas de crecimiento vertical, con altura excesiva, bajas o pegadas
al suelo y tallos débiles o enfermos.
Recolección
La primera cosecha ocurre a los cinco años en árboles injertados y la cantidad de frutos depende
de la variedad y atención que haya recibido la planta en su desarrollo. La recolección se hace a
mano y se corta el
pedúnculo
por encima de la inserción con el fruto.