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III
ESPAÑOL
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más de cien años. Desde su publicación, en 1897,
los personajes que viven en sus páginas han inspira-
do cientos de cuentos, novelas, obras de teatro,
películas e historietas, que han convertido al célebre
vampiro en un mito contemporáneo.
En este proyecto leerás la novela
Drácula
y conoce-
rás algunos recursos usados por Bram Stoker para
crear a sus personajes y lograr el suspenso y el
misterio en su relato. Aunque en clase sólo leerás
algunos fragmentos, éstos seguramente bastarán
para que no dejes de leer hasta el final de la novela.
Como opción para finalizar el año escolar podrás
usar los recursos creativos del autor para crear tu
propio texto, inspirándote en los temas y personajes
de
Drácula
. En el
Anexo 3 Actividades de escritura
,
encontrarás diversas sugerencias.
3.
Lean y comenten con su maestro el mapa-índice correspondiente a esta secuencia. Si
tienen dudas sobre las actividades o desean hacer alguna sugerencia, expónganlo
ante el grupo. Entre todos, tomen decisiones al respecto.
4.
Lean los siguientes textos. Pongan atención a su contenido y propósito. Después,
contesten las siguientes preguntas:
a)
Identifiquen qué tipo de textos son los que acaban de leer. ¿Qué propósito tiene
cada uno?
b) ¿Podrían formar parte del mismo relato? Expliquen su respuesta.
Vlad Tepes (1431-1476):
príncipe
rumano, gobernante de Valaquia,
conocido por su lucha contra los
invasores turcos y por su severidad.
empalar:
atravesar el cuerpo de la
víctima con una lanza o estaca.
Vlad: el empalador
Mientras
Vlad Tepes
gobernaba Tirgoviste –capital de
Valaquia– llegó a aquella población desde Florencia
un acaudalado comerciante con una importante va-
riedad de mercancías y dinero. El comerciante marchó
entonces al palacio de Vlad para solicitar protección,
tanto para su persona como para sus mercancías. Sen-
cillamente, Tepes le propuso que dejara dinero y mer-
cancías en la plaza pública y dispuso para el florentino,
algunas habitaciones dentro de palacio. Al comercian-
te no le quedó más que obedecer.
Al amanecer, cuando el comerciante fue a ver el esta-
do de sus mercancías, se encontró que habían desapare-
cido ciento sesenta monedas de oro. El príncipe le ga-
rantizó que recuperaría su dinero, luego ordenó al
alcalde encontrar al ladrón, de lo contrario mandaría
destruir la ciudad. Mientras tanto, el comerciante recibía
de manos del teso-
rero de la ciudad la
cantidad robada.
Pero al contar su dinero, el florentino se encontraba
siempre con el mismo resultado: una moneda de más.
Volvió al palacio y le dijo al príncipe: “Príncipe: en ver-
dad he recuperado todo el dinero que había perdido,
pero me sobra una moneda: aquí la tenéis”. En ese mis-
mo momento entró la guardia imperial con el ladrón
atado de manos. Vlad se dirigió al comerciante y le con-
testó: “Ve en paz, y quédate con esa moneda de más, re-
galo mío por tu honestidad. Y si no me la hubieras regre-
sado, te hubiera hecho
empalar
como a este ladrón”.
Basado en: Märtin, Ralf-Peter.
Los Drácula
.
Vlad Tepes, el Empala-
dor, y sus antepasados
. Barcelona: Tusquets, 1993.