Pero nadie había oído hablar de aquello.
La amenaza se propagó rápido hasta llegar
a oÍdos de los ladrones. Presas del miedo, se
preguntaron:
―¿Sabes tú lo que hizo el padre de Nasred n?
²No.
²³Y tú?
²Yo tampoco.
²Entonces, mÁs vale que no corramos riesgos.
Vamos a devolverle su burro.
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