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B
loque
II
Analizas los fundamentos de la racionalidad humana
en el contexto del pensamiento clásico griego
Hay que notar que en la visión de Platón de los dos mundos sigue estando presente
de alguna manera la postura de Parménides, que ya estudiamos. Para Parménides el
ser no podía cambiar, por ello, lo que cambiaba no podía ser el verdadero ser. El gran
problema de esta postura, recordemos, era que
nos dejaba sin saber qué pensar de
todo el mundo que percibimos con los sentidos.
Como podemos ver, la teoría de los dos mundos de Platón es una respuesta a este
problema, porque reconoce, y al hacerlo
sigue a Parménides, la existencia de un mun-
do distinto del sensible, más auténtico y real porque no es afectado por el cambio. Y
además da un paso decisivo, que infuenciará a la Filoso ía y al pensamiento en general
por dos milenios y medio, y establece que ese ser que está más allá de este mundo está
hecho de ideas.
Pero no sólo eso: Platón también nos dice, por ²n, lo que es este mundo, el de los sen
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tidos. Es un mundo que sí es, sí existe, pero en un grado menor que el mundo de las
ideas. Hay grados, por así decir, del ser. El ser absoluto, perfecto, es el de las ideas; en
cambio,
las cosas del mundo sensible sólo existen como copia de las ideas que les co-
rresponden en el otro mundo. Su ser es efímero, de menor categoría, podríamos decir.
Porque
depende, para poder ser, del mundo de las ideas,
que sí goza plenamente del
ser,
tal como la copia depende del original.
Platón dice que
el mundo de los sentidos participa en el mundo de las ideas, y sólo en
esa medida goza del ser.
Finalmente, revisemos las ideas de Platón acerca de la política. La pregunta de la que
parte en el diálogo dedicado a este asunto,
La República o de lo justo,
es ¿cómo debe
estar organizado el Estado? ¿cómo nos conviene organizar el gobierno? Recordemos
que en esos tiempos Atenas apenas se recuperaba de una etapa muy difícil, marcada
por una gravísima derrota militar,agudas divisiones internas, que seguido se manifesta-
ban violentamente, y
un ambiente general de decadencia moral, descon²anza y des
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aliento. El mismo Sócrates había sido una víctima de esas luchas entre facciones que
impedían a Atenas recuperarse, hundiéndola más en la confusión y el mutuo recelo.
Platón consideraba que todos sus es uerzos como ²lóso o tendrían que coronarse con
una propuesta viable para reorganizar el gobierno de su patria, o en el fondo no tendrían
mucho sentido. Porque
pensaba que las personas sólo podían alcanzar su potencial
con la condición de vivir
seguras en ciudades-Estado ordenadas
y justas.
La principal
propuesta política de Platón fue que los gobernantes fueran los hombres
más sabios, es decir, los ²lóso os.
Hombres y
mujeres: Platón, a di erencia de las ideas
comunes vigentes en su tiempo, pensaba que las mujeres también podían alcanzar la
sabiduría.