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Adviertes la condición humana derivada
de la Filosofía posmoderna
Hubo flósoFos que reaccionaron ante esta situación aparentemente tan absurda.
Teodoro W. Adorno (1903-1969), uno de los más importantes flósoFos alemanes del
siglo XX, representante destacado de la llamada Escuela de Frankfurt, y
quien
tuvo
que irse a vivir y a trabajar a Estados Unidos cuando los nazis tomaron el poder, se
sintió profundamente inquieto por lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial, sobre
todo por el Holocausto. Adorno llegó a decir, en una conferencia, que después de
haber visto hasta dónde podía descender el hombre, la primera obligación de la
Filosofía y de la educación era impedir que el Holocausto se repitiera.
Adorno y los demás pensadores importantes de la Escuela de Frankfurt, entre los
que hay que mencionar a Max Horkheimer (1895-1973), se negaban a aceptar que
todo el avance flosófco, político y científco originado por el
ímpetu optimista y
generoso de la Ilustración desembocara en fenómenos como el nazismo y la bomba
atómica. Además, tampoco les parecía que las promesas de libertad y progreso de
la modernidad se estuvieran cumpliendo en el mundo occidental, en las naciones
capitalistas, de régimen democrático-liberal, como Estados Unidos, Inglaterra o
Francia. Inspirados por el pensamiento de Marx, sostenían
que en el capitalismo una
clase social explotaba a las otras,
por lo que éste era incompatible con los principios
de concordia, fraternidad e igualdad que habían dominado las aspiraciones de los
progresistas desde el siglo XVIII.
Adicionalmente, insistían Adorno y compañía, por las formas de trabajo
que impone
(producción en serie, dirección científca de la empresa, etcétera), el capitalismo
despersonaliza al hombre, le impide realizar su potencial humano. Su otro flo,
el consumismo, completa
este
proceso de despersonalización,
disolviendo al
hombre, por decirlo de alguna manera -
en un público anónimo, en una “ masa”, en
la que son inducidos deseos super uos y Fetichistas.
De las numerosas críticas de
la sociedad y la cultura capitalistas desarrolladas durante el siglo XX, quizás sea la
de los flósoFos de la Escuela de ²rankFurt
la más rigurosa, sincera y constructiva.
Ahora, conforme avanzaba el siglo, el mundo socialista, encabezado por la Unión
Soviética,
fue revelando su otro
rostro. Resultaba que Joseph Stalin (1878-1953),
quien desde la muerte de Lenin en 1924 se había aferrado al poder, se mostraba
como
un dictador tan cruel como Hitler. De forma implacable, había llevado a cabo
sangrientas purgas
en el Partido Comunista y el gobierno, que habían costado la
vida a millones de ciudadanos. Las políticas de repartición de tierras de fnales de la
década de 1920 habían sido tan mal planeadas e implementadas, que provocaron la
muerte de millones de campesinos, y los pocos que protestaron, fueron masacrados
sin piedad. Aunque a la Unión Soviética le correspondía sin duda la mayor parte
del mérito de la victoria militar sobre Alemania, el ejército soviético, por órdenes
de Stalin,
incurrió en numerosos crímenes de guerra gravísimos, cometidos tanto
contra los enemigos como contra los propios soldados rusos.