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Identifcas la Filoso ía como disciplina global
La razón y el logos
Hemos dicho que la novedad de la Filosofía consistió en que por primera vez los
seres humanos se sirvieron conscientemente de la razón para tratar de entender el
mundo y para gobernarse. Pero, ¿qué es la razón? Ésta es una de la preguntas más
complejas de la historia del pensamiento. Aún en la actualidad, los flósoFos debaten
acerca de la naturaleza exacta de la razón, así que sería ingenuo pretender que
está a nuestro alcance Formular una defnición indiscutible,
que acabe de una vez
por todas con
este debate. En lugar de ello, lo más provechoso puede ser revisar
lo que entendieron por razón los primeros flósoFos.
Para ellos, igual que para nosotros, la razón es ante todo una facultad del ser huma-
no, que permite conocer las causas de las cosas. Pero no sólo eso: como veíamos,
la razón además otorga al hombre la posibilidad de darse cuenta de que la causa
de una cosa siempre es otra cosa (y no los dioses o los seres sobrenaturales, como
postula el pensamiento mítico). Y lo más importante: gracias a la razón nos damos
cuenta de que las cosas no se causan unas a otras de manera caprichosa e irregu-
lar, sino de acuerdo con leyes.
A esta facultad,
a este poder, los griegos la llamaron nous. Y la consideraron como
una facultad exclusiva del hombre, es decir, como
aquello
que nos distingue de los
animales. Aun en nuestros días sigue siendo esta la Forma más común de defnir al
hombre: animal racional. Esto también nos da una idea del impacto del pensamiento
de la antigua Grecia en nuestra cultura: básicamente, dos mil quinientos años des-
pués, seguimos defniendo al ser humano tal y como ellos nos enseñaron.
Pero además, los griegos consideraron que la razón es
lo
que permite al hombre saber qué son
las cosas, a qué cate-
goría pertenecen. Lo que habilita
a un ser humano, hombre o
mujer,
niña, niño o anciano para
ver una imagen como esta:
… y decir: “Es un perro con anteojos”.
O, si se quiere, lo que hay en las palabras “rosas dentro de un
vaso” que nos hace pensar en algo más o menos como esto:
A esa capacidad de determinar a qué categoría pertenece un objeto, y por lo tanto
de saber con qué palabra nombrarlo, los griegos la llamaron logos. Es la que nos
permite conocer qué son las cosas, cómo reconocerlas, cuáles son sus propieda-
des, y cómo distinguirlas unas de otras.