ANEXO 1
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MAMá: Porque son cochinadas y ya.
PATY: Y el SIDA, ¿cómo es?
PAPá: Es un enfermedad de maricones, y ya cÁllese la
boca.
PATY: ¿Y por qué dice que si tienes relaciones… cómo
relaciones? ¿Por qué dice…?
PAPá: ¡Qué ya te calles!
MAMá: Bueno, ¿no vas a entender, Paty?
PAPá: MÁndala mejor al pan. ¡Órale, al pan!
PATY: ¿Por qué no va mi hermano? Yo fui ayer.
HERMANO: ¡EstÁs loca! ¿Por qué yo?
MAMá: Tú ve, Ándale, no discutas. Traes de dulce y
dos tiras de bolillo.
Sale Paty.
HERMANO: Te vienes rÁpido, ¿eh?
MAMá (
al salir
): ¿Vas a querer de cenar?
PAPá: Sí, ahorita voy, nomÁs deja ver quién ganó.
CÁmbiale, tú.
Se escucha el final del futbol.
MAMá (
desde afuera
): Ya estÁ el café.
PAPá: Ya voy (
levantándose
). ¡Chin! Para acabarla de
fregar ¡tenía que perder el América!
Sale.
Una calle. Entra Pancho. Joven, moderno. Un poco punk.
Fuma. Espera. Entra el amigo. Lleva un balón.
AMIGO: ¡Ese Pancho!
PANCHO: ¿Qué hay, pues?
AMIGO: Nada, aquí nomÁs. Oye, qué padre estÁ tu ca-
misa. ¿Qué estÁs haciendo?
PANCHO: Esperando una chava.
AMIGO: ¿Es tu novia?
PANCHO: Casi. ¿Qué, no tienes nada qué hacer?
AMIGO: Voy a jugar una rato, ¿vamos?
PANCHO: Cómo crees. ¿No te digo que estoy espe-
rando a una chava?
AMIGO: ¿Quién es, eh?
PANCHO: Oye, qué te importa. Ya vete, ¿no?
AMIGO: Híjole, Pancho, qué lentes tan chidos, ¿me
dejas verlos?
PANCHO: ¡Oh!, ¡qué latoso eres, güey! Ya no jodas.
AMIGO: No seas gacho, Pancho, es que quiero ver si
me compro unos iguales.
PANCHO: Ja, ja, ja, ¡CÁlmate! Si son “Raiban”, güey.
Bueno, ya pírate. ¡Órale!
AMIGO: EstÁ bien, estÁ bien, ya me voy (
camina unos
pasos. Se vuelve
). Pancho…
PANCHO: ¿Qué?
AMIGO: ¿De veras no quieres ir a jugar? (
amago de per-
secución de Pancho. El amigo se va. Pancho espera
).
Entra Paty.
PANCHO: Quihubo, Paty, te estaba esperando.
PATY: Hola, Pancho. ¿Esperando por qué?
PANCHO: Bueno, ya sé que a estas horas vas al pan.
¿Te acompaño?
PATY: No, n… no…, mejor no.
PANCHO: ¿Por qué?
PATY: Es que ya ves cómo son mis papÁs. ¿Y si luego
me regañan? Capaz de que nos ve mi hermano, o al-
guien, y si se enteran me castigan; no les gusta que ha-
ble con los muchachos, y luego tú que tienes fama de
ser de los mÁs vagos…
PANCHO: ¿Quién? ¿Yo? ¡Ah! Puras habladurías, no te
creas de lo que la gante dice, yo soy de los serios; ¿o a
poco no te he pedido seriamente que seas mi novia?
PATY: ¿Yo tu novia? ¿Qué no es Ana tu novia? O al
menos eso dicen en la escuela…
PANCHO: ¿Ana? Pobrecita. Tan rogona… No, Paty;
aquello es cotorreo… pasarrato… esto es otra cosa,
amor de a de veras…
PATY: Oye, tú, suéltame, qué va a pensar la gente.