Una noche, el ocelote descubrió un objeto desconocido;
se trataba de una preciosa estrella que lucía una cola
brillante y larga que jamás habÍa cruzado aquel cielo.
La observó durante varias noches y pudo ver que era
muy orgullosa. Eso le molestó mucho. Citlapul se dio
cuenta y dijo al ocelote: “No te asombres de que esa
estrella intrusa esté muy a gusto aqu . Ha venido
de fuera y no tardarÁ en marcharse”. Pero a
pesar de esas palabras, el ocelote no pudo
dejar de odiar a la intrusa y, en otra
noche, le dijo: ²Escucha, extranjera,
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