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3. Higiene corporal
El polvo, el sudor y otras secreciones, junto con el calor del
cuerpo, favorecen el desarrollo de los microbios. Por ello, debemos
bañarnos diario con agua y jabón, pero cuando esto no es posible,
debe hacerse al menos cada tercer día.
La limpieza de los genitales debe ser diaria, evitando el uso de
productos irritantes. Al ir al baño, se debe limpiar muy bien con
papel higiénico o con agua y jabón suave.
Es necesario utilizar ropa cómoda y limpia que permita la
transpiración
y cambiarla a diario. La ropa interior no debe ser
ajustada y, de preferencia, de fibras naturales, como el algodón.
El cuero cabelludo es un área que requiere especial cuidado, pues
es un ambiente ideal para los microorganismos, así como para
algunos parásitos, como hongos y piojos. El cepillado y uso de
jabón o champús son medidas habituales para la limpieza del
cabello.
4. Higiene nasal
Es importante mantener las fosas nasales despejadas. Los mocos
son una barrera que retiene impurezas y microbios. Sonarse
correctamente, permite sacarlos del cuerpo.
Los estornudos expulsan con fuerza los mocos, diseminando en el
ambiente microorganismos que generan contagio de infecciones
para otras personas. Algunas recomendaciones para limpiar la nariz
son las siguientes:
•
Utilizar pañuelos de papel o tela. Estos últimos deben
lavarse con agua caliente y abundante jabón, enjuagarse y
secarse al sol.
•
Colocar el pañuelo tapando uno de los orificios nasales con
un dedo y soplar por el otro. Repetir hasta que esté limpio,
hacer el mismo procedimiento en el otro orificio nasal.
•
Limpiarla por fuera suavemente.
•
Se recomienda utilizar tapabocas o un paño para respirar en
ambientes fríos, polvorientos, con humo o muy secos al tiempo
que se disminuye el contagio.
Tener cuidado de las irritaciones provocadas por la limpieza repetida
con pañuelos, para esto hacer una limpieza suave y delicada.
En las siguientes sesiones se presentarán diversas técnicas y
productos para la higiene personal, así como recomendaciones para
atender situaciones específicas.
Seleccionen aquellos que convengan a sus necesidades e intereses.
Las actividades diarias favorecen
la
proliferación
de
microorganismos.
El
baño
diario
contribuye
a
mantener la salud.
Sonarse
elimina
un
gran
número de gérmenes.