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b)
Notación musical
. Aunque puedas interpretar piezas musicales por imitación, por haber
escuchado a alguien más, sólo la notación musical te permitirá avanzar, llegar a mayores
grados de profundidad y dificultad. El dominio de la notación musical permitirá interpretar
obras que nunca hayas escuchado antes, obras que provengan de cualquier región o parte
del mundo. La notación musical es, en este sentido, un lenguaje universal que se habla en
casi todos los rincones del mundo y que te abrirá las puertas a sus culturas. Ya hemos
abordado los principios de la notación rítmica y melódica en secuencias anteriores, pero
existen varios métodos de solfeo (esto es, de lectura de ritmos y notas) que te ayudarán a
alcanzar mayor fluidez, consúltalos en el cuadro de materiales de apoyo. Cualquiera de ellos
(o si tienes acceso a alguno diferente) es igual de útil. Basta que dediques cinco minutos al
día, leyendo, es decir, solfeando progresivamente las lecciones, para que aprecies increíbles
resultados.
c)
Análisis de la obra
. Para desarrollar tu gusto musical y ser un intérprete consciente es
importante que conozcas a fondo la obra que vas a interpretar. Para analizarla debes
conocer su contexto: cuándo surgió, en qué circunstancias se toca, qué instrumentos la
interpretan, cómo llega a ti, en qué género o estilo musical se ubica; así como el contexto del
compositor: cuándo y dónde nació, si pertenece a un estilo en particular, algunos datos
personales de relevancia, etcétera. Si bien no siempre se cuenta con toda esta información,
cualquier dato que puedas recabar te ayudará a comprender mejor la obra que vas a
interpretar. Otra parte del análisis de la obra es el análisis propiamente musical: cómo es su
estructura (cuántas partes la conforman, cuándo y cómo se repiten), cómo es su ritmo, su
tempo, su compás, identificar la melodía o melodías, el acompañamiento, para cuántas
partes (voces o instrumentos) está escrita, etcétera. Todo esto te ayudará a adentrarte en la
obra, a familiarizarte con ella aun antes de interpretarla.
d)
Técnica
. La técnica comprende la postura del cuerpo, la posición de los brazos, manos y
dedos, la respiración, así como el conjunto de ejercicios diseñados para alcanzar agilidad y
precisión, ya sea en los dedos, la boca, las manos y/o los brazos, dependiendo del
instrumento. Hay dos maneras principalmente básicas de abordar el estudio de la técnica
instrumental: 1) a partir de métodos o textos de técnica, donde se abordan distintos ejercicios
por grado de dificultad, y 2) a partir del repertorio mismo que se está trabajando, donde se
aíslan segmentos de la obra y se estudian por separado. Ambas maneras son útiles y
necesarias para perfeccionar la interpretación instrumental. Decimos que tenemos dominio
de la técnica de una cierta pieza cuando la podemos interpretar a tiempo (a la velocidad a la
que va) sin errores ni tropiezos, cuando tocamos todas las notas con su ritmo, cuando
logramos fluidez y precisión.
Como parte del dominio técnico podemos incluir la
memorización. Esto no es un requisito indispensable, pero memorizar una obra nos ayudará
a alcanzar el grado deseado de fluidez y precisión, además de que nos permitirá interpretarla
en cualquier momento. Para memorizar una obra te recomendamos proceder por frases,
repetir cada frase por separado hasta memorizarla y después unir las distintas frases.
e)
Expresividad
. Una vez que el aspecto técnico de una obra musical está dominado,
podemos fijarnos en el aspecto expresivo. Si la técnica es el “qué” (qué notas tocamos y con
qué ritmo), la expresividad es el “cómo”. Podemos imprimir distintas inflexiones a los sonidos
de una pieza, podemos hacerlos más suaves o más fuertes; más ligados, como si la melodía
fuera el agua de un río, o más entrecortados, como si se tratara de gotas de lluvia; podemos
soltar todo nuestro aliento en un solo sonido (en el caso de la flauta u otros instrumentos que
producen su sonido con aire), o dosificarlo lentamente. Dentro del carácter de la pieza,
podemos elegir un tempo más calmado o un tempo más ágil o rápido. Elegir todos estos
aspectos y ejecutarlos conscientemente es lo que te hace un intérprete, es lo que distinguirá
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